El escaparate de La Óptica de Antonio lo hemos convertido en un delicado Salón de Té. Todo un homenaje a la repostería: macarones, barquillos, bombones… se trata de productos auténticos, muchos de ellos realizados de forma artesanal en establecimientos de repostería de nuestra localidad. Los hemos ubicado en tarteras de cristal jugando con las propias monturas y gafas de sol.
Las lámparas, emulan las blondas utilizadas en las clásicas confiterías. En el centro de la escena se hallan un velador y dos sillas centenarias, unas genuinas Fischel, todo una referente en los cafés del s XX. Sobre el velador permanece un juego de café de porcelana, unas rosas frescas y una carta de cafés de La óptica de Antonio, impresa para la ocasión.
La pared del lateral tiene un papel decorativo de los años 60 y un anuncio publicitario de los años 20 de un famoso chocolate catalán. Una estampa enternecedora en que una madre disfruta viendo merendar a sus hijos.
Como fondo hemos convertido nuestras habituales celdas de exposición de gafas en un collage con diferentes tipos de tazas.
