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Los duendes y el zapatero.


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Los duendes y el zapatero.

Pensando en los más pequeños y en despertar los recuerdos de infancia del resto, La óptica de Antonio ha recreado, con este escaparate, un cuento muy popular de los Hermanos Grimm: “Los duendes y el zapatero”, por otro lado un clásico navideño.

Lo primero que puede visualizar el viandante son unas letras impresas en el cristal del escaparate, en el que aparece el título del cuento y un par de citas que le ponen en situación:

LOS DUENDES Y EL ZAPATERO
«Había una vez un pobre zapatero que sólo tenía un
trocito de piel para hacer zapatos. A la mañana siguiente
cuando se dispuso a trabajarlo, vio unos zapatos perfectamente
cosidos y acabados»…
«La noche de Navidad, le dijo a su mujer:
-Hoy dejaremos encendida una vela y nos esconderemos así sabremos quién nos ayuda»…

Wilhelm & Jacob Grimm

A continuación, podrá observar dos ambientes, claramente diferenciados. Por un lado el interior del taller, donde el viejo artesano hacía sus zapatos y por otro, la fachada de la casita donde vivían él y su mujer.

La escena recoge el momento en que, durante la noche y aprovechando el sueño de los habitantes de la casa, los duendes trabajaban sin descanso para adelantarle trabajo al zapatero. Mientras que su mujer, intrigada, aguarda silenciosa para descubrir quién o quiénes les ayudan de esta manera. El antiguo reloj de cuco marca la medianoche cuando, a la luz de la vela, la mujer del zapatero, escondida, descubre a los pequeños hombrecillos trabajando en el taller.

El vestuario de los personajes y la fachada, hacen referencia a la región de Baviera y es que, el cuento procede de la literatura popular alemana. Los duendes son del artista alicantino Pep Catalá, especializado en la manufactura de elfos.

Materiales: hemos utilizado herramientas antiguas del oficio, algunas de ellas centenarias, cueros, cuerdas, mobiliario y estructuras de madera y forja para conseguir un decorado apropiado.

La ornamentación vegetal es totalmente natural a base de brezo, alcornoque y madroña. Cabe destacar el juego de luces dispuestas en cascada con clásicas bombillas de filamento, conectadas mediante antiguos casquillos de latón y cerámica y cable trenzado.

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